De ser tan fuerte, que nada ni nadie pueda perturbar la paz de tu espíritu.
-De hablar de salud, progreso y felicidad a todos los que te encuentres.
-De hacer sentir a tus amigos que hay algo grande en ellos.
-De ver todo por el lado noble y hermoso, haciendo que tu optimismo sea sincero.
-De pensar sólo en lo mejor y esperar sólo lo mejor.
-De tener tanto entusiasmo por el éxito de los demás como por el tuyo propio.
-De olvidar los errores del pasado y luchar por las grandes realizaciones del porvenir.
-De llevar todo el tiempo un semblante alegre y tener siempre una sonrisa para todos.
-De ser tan grande para la pena, tan noble para la cólera, tan fuerte para el miedo, que tu felicidad no tema la presencia del dolor.
Pasarás por mi vida sin saber que pasaste,
ResponderEliminarpasarás en silencio por mi amor y al pasar
fingiré una sonrisa como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.
Soñaré con el nácar virginal de tu frente,
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar,
soñaré con tus labios desesperadamente,
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.
Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.
Yo te amaré en silencio... como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima... ¡y jamás lo sabrás!